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LAS
TUMBAS SAGRADAS DE LAS SACERDOTISAS
DE
SAN JOSÉ DE MORO
Por:
Luis Jaime Castillo Butters
Perú: Dioses,pueblos y tradiciones ( Abadía
de Daoulas - Finistèrre - Francia 1999 )
San
José de Moro
En la árida
costa norte de Perú, a pocos kilómetros del norte de
Chepén, en el fértil valle de Jequetepeque, se encuentra
San josé de Moro, un pequeño pueblo que albergó
hace 1500 años el núcleo de un importante centro ceremonial
y cementerio para la élite de los Mochicas y de los pueblos
que los sucedieron. Allí, en colaboración con investigadores
de los Estados Unidos y Canadá, hemos conducido excavaciones
arqueológicas desde 1991, concentrándonos en definir
la sucesión de distintas sociedades que ocuparon la región.
Asimismo, hemos estudiado a través de los restos que nos dejaron
en sus tumbas, sus costumbres, creencias, artes, formas de organización
y gobierno, estructuras sociales y de poder. Los hallazgos más
importantes son tumbas pertenecientes a las sociedades Mochica, transicional
y Lambayeque, y entre ellas destacan grandes tumbas de cámara,
dos de las cuales contenían a las Sacerdotisas de la "Ceremonia
del Sacrificio"
El
sitio de san José de Moro, excavaciones y la tumba de la Sacerdotisa
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Mujeres en el
arte y arqueología Mochica
Antes
de pasar a presentar las tumbas de San
José de Moro es necesario comprender cuál es la posición
y función de las mujeres en la sociedad Mochica. Esto es posible
a través del estudio de las representaciones iconográficas
de sus creencias y rituales en sus detallados dibujos y esculturas
las cuales aparecen en la finamente pintada cerámica Mochica.
Esta información se debe complementar con el estudio de los
contextos arqueológicos donde aparecen mujeres.
Mujeres aparecen con cierta frequencia en el arte Mochica ejecutando
una serie de acciones rituales y otras que podrían ser más
bien de carácter doméstico. En base a un análisis
de atributos ( vestidos, adornos, características faciales
y corporales) y de los contextos en los que se desenvuelven las mujeres,
podemos distinguir las representaciones de mujeres naturales de aquellas
que corresponden a "Mujeres con Rasgos Sobrenaturales" (Holmquist
1992)
Mujeres Naturales: son mujeres con apariencia natural, usualmente
representadas con una falda larga de color oscuro, un cinturón
atado a la cintura y el pelo suelto o dividido en dos partes y trenzado.
Aparecen en escenas de sacrificio, asistiendo en las actividades rituales;
en representaciones de partos, pariendo o como matronas; en escenas
del llamado arte erótico; como curanderas; como tejedoras;
sujetando al Aia Paec, etc. Por las características con que
se representa a las mujeres naturales parecería que pertenecen
a las clases bajas de la jerarquizada sociedad Mochica, ya que no
presentan ninguno de los atributos u ornamentos que caracterizan a
la élite y que luego veremos en las Mujeres con Rasgos Sobrenaturales.
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Mujeres
con Rasgos Sobrenaturales: constituyen un grupo claramente diferenciable
del anterior. Estas, si bien básicamente antropomorfas, son
representadas con grandes colmillos típicos de las divinidades
de más alto rango en el panteón Mochica, pintura facial
generalmente de un solo color, tocados elaborados compuestos por
piezas trapezoidales que terminan en extremos aserrados o por multiples
elementos, orejeras adornadas con mosaicos de turquesa, faldas largas
que cubren las rodillas, capas tachonadas con discos de metal, cinturones
adornados con cabezas de serpiente, sandalias, collares y brazaletes
de cuentas de piedra, concha y metal. Su tocado, a diferencia de
los que adornan a los hombres, no oculta el cabello, que aparece
dividido en dos partes y trenzado, las trenzas terminando en cabezas
de serpiente. Bajo la elaborada representacion de las Mujeres con
Rasgos Sobrenaturales se esconde el mismo esquema con el que se
representa a las mujeres naturales, es decir, falda larga, cinturón
y pelo trenzado; pero en ellas todos los elementos son de mayor
calidad, lo que indudablemente refleja una posición social
privilegiada.
Las Mujeres con Rasgos Sobrenaturales aparecen representadas en
sólo cuatro escenas principales sde la iconografía
Mochica:
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La
escena del Transporte Marítimo, presenta un viaje ritual
que una serie de seres sobrenaturales transportan prisioneros humanos
para sacrificarlos. El sacrificio aparentemente ocurriría
en las pequeñas islas cercanas al litoral. En estas islas
se han descubierto algunas evidencias der los sacrificios. En ellas
aparecen, sobre grandes balsas de totora, la Mujer con Rasgos Sobrenaturales,
un personaje de Cinturón de Serpientes y otros animales antropomorfizados.
Cada uno de estos personajes comanda su propia nave, la que suele
ser lo suficientemente amplia como para estar compuestas de dos
cubiertas donde se acomodan personajes auxiliares, múltiples
ofrendas de cerámica y numerosos prisioneros desnudos y atados
con gruesas sogas.
No sabemos a ciencia cierta qué es lo que ocurre en las islas,
o cuál es exactamente el procedimiento de sacrificio, lo
cierto es que cuando las naves regresan a la costa los prisioneros
ya no están presentes. En algunas de las representaciones
del Transporte Maritimo la Mujer con Rasgos Sobrenaturales fue representada
bebiendo de una copa, que como veremos más adelante, corresponde
a la copa usada para beber la sangre de los prisioneros sacrificados.
La representación de la Mujer en la balsa de totora, tanto
la versión completa como la simplificada, es la imagen más
recurrente en las tumbas excavadas de San José de Moro. Como
veremos más adelante, la Mujer que aparece en las escenas
de Transporte Maritimo, no es otra que la sacerdotisa de san José
de Moro.
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La
segunda escena mayor en la que aparece la Mujer con Rasgos Sobrenaturales
es la Rebelión de los Objetos. En esta escena la Mujer,
parece dirigir una revuelta de implementos y artefactos, que antrpoformizados,
atacan al hombre, toman prisioneros y proceden a sacrificarlos (Lyon
1981, Quilter 1990). Los artefactos capturan a seres humanos y los
dirigen hacia la Mujer con Rasgos Sobrenaturales lo que deja entrever
que ésta comanda la rebelión . Este enfrentamiento
finaliza cuando guerreros zoomorfos capturan a los objetos animados,
y los dirijen hacia un personaje central con apéndices "radiantes".
La Mujer con Rasgos Sobrenaturales también se dirige hacia
este personje principal, probablemente poniéndose fin a la
"Rebelión".
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La
tercera representacion es la llamada Escena del Entierro, una
de las más complejas imágenes del arte Mochica por
la gran cantidad de personajes involucrados y la presencia de numerosas
actividades (Donnan y McClelland 1979). Esta imagen narra la ceremonia
funeraria de un personaje principal, quizá un gobernante
o una divinidad, que es enterrada dentro de un ataúd rectangular
adornado con una máscara funeraria en una gran tumba subterránea.
Entre los asistentes al entierro vemos a algunas de las divinidades
Mochicas más importantes , particularmente la Mujer con Rasgos
Sobrenaturales. Dado que la imagen cuenta la ceremonia no se restringe
el entierro, nos presenta información de las ofrendas y sacrificios
que ocurren en conjunción con la inhumación. Una peculiaridad
de esta representacion es que se puede ver a una mujer desnuda y
probablemente con la cara desollada que está siendo picoteada
por gallinazos . Casi todas las 14 imágenes conocidas de
la Escena del Entierro provienen de San Jjosé de Moro . Una
de ellas , a decir verdad fue encontrada en un lugar prominente
de la tumba de una de las Sacerdotisas .
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Finalmente,
es la Escena del sacrificio en donde vemos a la Mujer con
Rasgos Sobrenaturales representada de manera más detallada.
Esta ceremonia consistía en un complejo ceremonial de sacrificios
humanos de guerreros Mochicas derrotados en combates rituales y
la posterior ofrenda de su sangre a un Dios Supremo. En esta escena
la Mujer de Rasgos sobrenaturales aparece ataviada con los atributos
distintivos anteriormente descritos.
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Estas
escenas, y por tanto los rituales que ellas representan , están
entre las más complejas del arte Mochica y en ellas las mujeres
ejecutan papeles protagónicos : conducir una balsa de totora
cargada de prisioneros hacia los lugares de sacrificio, restaurar
el orden y aplacar la rebelión de los objetos, y sacrificar
prisioneros y presentar la copa con sangre a la divinidad suprema.
Es decir que los papeles que las Mujeres con rasgos Sobrenaturales
ejecutan adquiere mayor preponderancia.
Las representaciones de la mujer nos llevan a preguntarnos si a medida
que pasa el tiempo la posición y funciones de las mujeres de
la élite Mochica van aumentando de importancia y de jerarquía.
Las tumbas de mujeres de élite , casi inexistentes en la fase
Temprana y Media , comienzan a aparecer con gran frequencia en la
fase Tardía. En este caso no se trata sólo de tumbas
de élite, sino de algunas de las tumbas más ricas encontradas.
Es decir que sí parece ser cierto que la posición de
la mujer va en aumento en la sociedad Mochica. Todo parece indicar
que los cambios no se producen en las funciones, es decir, en lo que
hacen las mujeres, sino en los prestigios relativos de estas funciones.
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Las
Tumbas de las Sacerdotisas de
San José de Moro
Los
hallazgos más importantes registrados en San José de
Moro son las tumbas de dos importantes sacerdotisas que tuvieron un
papel preponderante en la Ceremonia del Sacrificio descrita anteriormente.
Estas son inustadas por su riqueza y complejidad y por ser las tumbas
más ricas de mujeres encontradas en el Perú. Observar
una tumba es como ver el pasado, ya que la imagen que se presenta
ante nosotros s la misma que vieron, hace 1300 años , los sacerdotes
Mochicas que sellaron la tumba de la Sacerdotisa. A diferencia de
otros contextos arqueológicos , las tumbas son un producto
cultural intencional, cada detalle de la construcción y aprovicionamiento
de las mismas fue planeado y ejecutado cuidadosamente. estudiar las
tumbas, es por lo tanto, estudiar el espíritu humano, las intencionalidades
y la construcción de significados de una sociedad que se extinguio
hace mas de 1200 años.
El descubrimiento de la tumba de la Sacerdotisa, como es común
en arqueología, fue un hecho inesperado. La excavación
de 1991 estuvo dirigida por Christopher Donnan y Luis jaime Castillo.
hacia el final de ese año de excavaciones faltaba por sondear
sólo un extremo del área de excavación que bien
pudo dejarse para el siguiente año, o bien nunca excavarse.
Se decidió enviar un equipo a hacer un pozo de dos por dos
metros y, luego de excavar casi cinco metros de profundidad, se encontró
lo que parecía ser un muro de adobes. ¿Que hacía
un muro a esa profundidad?. Ya para entonces habíamos hallado
otras dos tumbas de cámara subterráneas en esa temporada,
asi que sabíamos que a esa profundidad un muro sólo
podía ser parte de una gran tumba.
Sin embargo antes de poder "entrar" en la tumba teníamos
que cuidadosamente ampliar el área hasta contener integramente
la "mancha" de la tumba. A partir de los cinco metros empezaba
el relleno de la tumba, es decir el material que los Mochicas habían
empleado para taparla. A medida que íbamos retirando el relleno
nos parecía que la tumba podía estar saqueada porque
encontrábamos fragmentos de cerámica. Sin embargo, luego
de casi dos metros encontramos las huellas de lo que originalmente
fueron las vigas de madera que sirvieron para techar la camara, con
el tiempo éstas se habían vencido, y la cámara,
que originalmente estuvo vacía, ahora aparecía cubierta
por el sedimento que se había ido filtrando. la presencia de
las vigas indicaba que la tumba debía estar intacta. Ahora
el problema era excavar el contenido de la tumba sin destruir nada.
El piso de la cámara funeraria , sobre el que reposaban las
ofrendas y los individuos, se encontró a más de siete
metros de profundidad. Como en los casos anteriores la cámara
estaba formada por cuatro paredes de adobes, enlucidas y con espacios
dejados abiertos para catorce nichos. Internamente la cámara
estaba dividida en dos áreas: la antecámara , al norte,
donde se encontraron los esqueletos de dos jóvenes mujeres,
probablemente sacrificadas poco antes del entierro, y la cámara
funeraria propiamente dicha, al sur, donde se encontraron la mayoría
de las ofrendas y los individuos principales. En el centro de la cámara
funeraria se encontraba el esqueleto de una mujer gruesa de no más
de metro cinquenta de estatura y de poco mas de cuarenta años.
Esta mujer es la que interpetramos como la sacerdotisa. Originalmente
yacía dentro de un ataúd de cañas de forma rectangular
(muy semejantes a las que aparecen en las Escenas del Entierro) a
cuyos lados se cosieron piezas en forma de brazos y piernas, una gran
máscara funeraria y piezas en forma de sandalias. Todos estos
elementos le daban al ataúd un aspecto casi humano, lo que
lo asemejaría a los objetos que aparecen "animados"
en la Escena de la Rebelión de los Objetos. La Sacerdotisa
estaba flanqueada por los esqueletos incompletos de dos mujeres muy
mayores. Estas, y quizá las dos jóvenes que encontramos
en la antecámara, podrían haber sido parte del séquito
de mujeres que acompañan a la Sacerdotisa en la Escena del
Entierro.
Los artefactos asociados con la Sacerdotisa que fueron depositados
en su tumba como ofrendas funerarias son indicativos de las funciones
que cumplió ésta en vida. Cosido a la cara superior
del ataúd encontramos dos piezas trapezoidales rematadas en
bordes aserrados. Ambas piezas son los adornos de un complejo tocado
ceremonial usado sólo por la Sacerdotisa. Cerca de su mano
derecha se halló una copa de cobre, con pedestal cónico,
éste muy semejante a los que aparecen en las representaciones
de la Ceremonia del Sacrificio. Además de estos objetos tan
característicos encontramos dentro del ataúd un complejo
ajuar funerario que incluía, collares y brazaletes de cuentas
de metal, hueso, concha y piedra, palillos y piruros de textilería
, orejeras de turquesa, etc.
Las setenta y tres piezas de cerámica encontradas en esta tumba
aparecen distribuidas básicamente en seis zonas. En los nichos
se encontraron botellas de asa estribo sin ninguna decoración
pictórica. Esto es extraño ya que este tipo de botellas
son precisamente las que se decoraban con las representaciones pictóricas
más complejas durante esta época. Es posible que estas
botellas estuvieran originalmente decoradas con algún tipo
de pintura fugitiva que por efecto de las fluctuaciones de humedad
habría desaparecido. En un nicho ubicado en la pared de la
tumba encontramos una fina botella de un estilo originario de la costa
central de Perú que por primera vez aparecía en asociación
con una tumba Mochica. A los lados de la Sacerdotisa y muy cerca de
las paredes encontramos grandes ollas ordenadas en hileras. En la
antecámara encontramos cuatro piezas de cerámica, que
podrían haber estado asociadas con las dos jóvenes mujeres
que estaban allí. Finalmente las asociaciones de cerámica
más importantes se encuentran al sur de la cámara, cerca
de las esquinas. La concentración de cerámica en la
esquina sudeste está formada por una gran tinaja negra con
base anular dentro de la cual se encontraron dos platos y un cuenco.
Uno de estos platos es una importación de cerámica del
estilo Cajamarca, otro es un plato negro y el tercero es un raro cuenco
semi cilíndrico con un guerrero y un felino en relieve.
En la esquina sudoeste de la camara aparecieron las piezas de cerámica
más importantes como una copa con base cónica y decoración
pictórica, que junto con la copa de cobre, son una de las típicas
copas de La Ceremonia del Sacrificio, sólo que ésta
por ser de cerámica está pintada con figuras que representan
personajes/porras de guerra corriendo con las copas en la mano. Cerca
de este conjunto apareció una botella de asa estribo pintada
con la Sacerdotisa en la Escena del Transporte Maritimo y por lo menos
otras siete piezas decoradas, tres maquetas arquitectónicas,
etc.
Como se dijo al inicio de esta descripción, todos los objetos
que conforman el ajuar funerario de la sacerdotisa fueron escojidos
cuidadosamente y depositados intencionalmente por los oficiantes del
entierro. cada objeto es, por lo tanto un marcador de algún
tipo de significado,establece algún tipo de vinculación
o tuvo alguna relevancia para la Sacerdotisa durante su vida. Hasta
ahora sólo hemos podido desentrañar la función
de alguno de los objetos más importantes, aquellos que lo asocian
con la función de Sacerdotisa en la Ceremonia del Sacrificio,
queda por definir si otros objetos podrían darnos pistas acerca
de otros papeles que cumplió esta importante mujer durante
su vida.
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El
Entierro de la Sacerdotisa
Las
muertes de las Sacerdotisas ocurrieron en los últimos años
de la cultura Mochica, alrededor del año 750 d.C. Sus entierros
significaron enormes gastos para una sociedad ya debilitada por años
de mal clima y escazes . Pocos años después de la muerte
de las sacerdotisas, la cultura Mochica sucumbió y se transformó
en un conjunto de tradiciones que, lentamente, conducen a la formación
de las culturas Lambayeque y Chimú. San José de Moro,
sin embargo, nunca perdió su prestigio ya que individuos de
alto rango siguieron enterrándose allí hasta la colonia.
Las Sacerdotisas desaparecieron de Moro y lentamente de la memoria
de sus descendientes. Sabemos hoy que su poder no derivó de
su destreza militar o de sus vínculos matrimoniales, sino de
su papel en ceremonias y rituales que los Mochicas consideraron esenciales
para la reproducción de su sociedad. Si bien sus nombres nunca
más serán pronunciados, la grandeza de su pueblo habla
por ellas.
El Féretro fue bajado a la cámara
funeraria, mientras que para acompañar a la Sacerdotisa, fue
depositada una momia extraída de otra cámara. Dos mujeres
jóvenes fueron sacrificadas (ángulo izquierdo del dibujo)
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